El paso siguiente consiste en elegir el material en el que fabricaremos el zapato, normalmente para zapatos artesanos se suele fabricar en pieles de alta calidad. La piel a utilizar puede ser distinta en cada caso pero el proceso de fabricación es muy similar para todas ellas.

El siguiente paso sería el diseño del zapato, bota o botín. Teniendo en cuenta el material elegido, realizaremos un boceto del aspecto final que tendrá el zapato, para ello deberemos seguir las indicaciones del cliente.

Una vez contamos con las medidas del calzado, el material a utilizar y definido el diseño del mismo, podemos iniciar el proceso de fabricación propiamente dicho.

Durante el proceso de fabricación deberemos elegir las técnicas a emplear, una de las mejores técnicas y que consiguen unos resultados de más calidad, es el cosido de tipo Goodyear o cosido doble. Otras técnicas utilizan colas, y los clavos para sujetar la suela mientras se seca. Cuando se utiliza cola, el zapato va pegado y posteriormente con un cosido simple para asegurar el montaje y dar más flexibilidad al pie. Actualmente, aunque las colas y otras técnicas de ensamblado no pueden competir con la técnica del doble cosido, son bastante efectivas y también podemos conseguir una larga durabilidad para nuestro calzado.

El piso la suela puede estar hecha de distintos materiales, pueden ser de tipo bloque o patín de madera, piel, goma y otros materiales en distintos grosores.

Desde José de Mora , llevamos más de 100 años fabricando zapatos y botas artesanas a medida.

En la actualidad en José de Mora hemos aplicado los últimos avances y técnicas en la fabricación de calzado artesanal para conseguir un acabado perfecto y los zapatos o botas más cómodos para tu pié.

Aunque desarrollaremos el tema con mayor profundidad en un próximo artículo de nuestro blog. Las medidas al principio de todo el proceso son muy importantes para conseguir el resultado perfecto. Lo principal es cinta métrica un boli y un folio en blanco para sacar las plantillas de cada pié, para ello basta con perfilar el pié con el bolígrafo habiéndolo plantado previamente sobre el folio en blanco.