La piel requiere unos cuidados básicos para que mantenga todas sus propiedades naturales. Con ellos, conseguiremos, además de un mejor aspecto, una mayor durabilidad y un mayor aprovechamiento de sus ventajas.

Hay que proteger los materiales con una limpieza regular de cara a una perfecta conservación, que derivará en una mayor durabilidad del zapato. Muchas pieles se cortan y deterioran porque se secan a consecuencia de no hidratarlas con productos apropiados. A continuación, se muestran diferentes tipos productos necesarios para su cuidado:

Los protectores nos ayudan a preservar la piel de posibles manchas además de conseguir una mayor impermeabilización de esta, consiguiendo un aumento importante en su durabilidad.

Las cremas nutren la piel y conservan. Se aconseja su uso, si los zapatos tienen varios colores, la utilización de cremas incoloras. Pero si solo tienen un único color es aconsejable el uso de ese mismo tono en crema.

Las grasas nutren la piel y las hacen más impermeables, por ello es aconsejable en grasar el calzado los días de lluvia, para crear una capa que evite que el agua cale en el zapato. Pero este tipo de producto tiene un fallo, ya que si no es utilizado de un modo adecuado y uniforme puede dejar marcas o manchas en la piel.

Espray antimanchas:

Este producto relativamente nuevo, crea una capa que evita que se adhiera la suciedad al calzado, puede usarse en todo tipo de pieles, pero, sobre todo, si tenemos calzado de ante, las manchas serán siempre una gran preocupación, por ello antes de usarlos es muy conveniente utilizar este tipo de espray que preparan la piel para evitar las manchas en gran medida. Aunque cuando compramos un zapato de ante sabemos que es un material muy delicado, utilizar este producto conseguirá que podamos tener una mayor tranquilidad llevándolos.